Sexto de los “Relatos del Exilio de una víctima marica”.
Enero 13 de 2007
Tan solo son unas pocas las personas quienes realmente
conocen el motivo de mi viaje a España. Por supuesto lo sabe Ricardo Molano, mi
ex-mi-amor, con quien seguimos compartiendo la casa a pesar de que ya no somos
pareja, pero que sigue siendo mi amigo y mi cómplice y en especial, porque él
también fue víctima del atentado con granada en contra de nuestras vidas.
Se han enterado las personas del Programa No
gubernamental de protección a defensores de derechos humanos en Colombia y
también tienen una pequeña idea sobre mi exilio mis estudiantes de sociología
en la Universidad Cooperativa de Colombia, sede Bogotá, a quienes debí
adelantar un curso porque no me sentía con derecho para abandonarlos en la
mitad de mi compromiso formativo. Igualmente lo sabe el maestro Orcasitas a
quién le pedí que me aceptara en el doctorado de psicopedagogía de la
Universidad del País Vasco pues le informé directamente de la razón por la que
me urgía el viaje.
Los miembros de mi familia creen que voy a España para un
doctorado; la experiencia de Crisanto, mi hermano, y Stellita, su pareja, de un
ir y venir permanente durante los varios años que duró su formación doctoral
les hacía creer en el permanente retorno. Aun cuando ellos se enteraron de que
las amenazas de muerte se habían ampliado a la familia, parecía que Luisa era
la única que tenía un alcance pleno de esa idea debido a que también las
amenazas le eran muy cercanas. Me siento mal diciéndoles que por mi manera de
pensar y expresar mis ideas sus vidas corren peligro. El riesgo es alto, así me
lo hizo ver Piedad Córdoba quien ya había pasado directamente por esta
situación. Por otra parte, lo hablé con la psicóloga que me ofreció el Programa
de protección a defensores de derechos humanos en un diálogo en el que tomé la
determinación de recurrir al exilio.
Es claro que si te exilias del país cesan las amenazas.
Pareciera que el riesgo está en permanecer en el territorio nacional haciéndote
visible de forma continua en los medios de comunicación masiva. La amenaza de
muerte cohíbe a muchas personas para seguir hablando y continuar con su
compromiso político con la sociedad, también es verdad que son muchos más a los
que decidieron taparles de forma permanente la boca con tierra. El problema de
las amenazas de muerte que se extienden a la familia es que terminan asesinando
a alguien que ni siquiera es muy cercano a ti, pero que si es miembro de la familia.
Tampoco lo he comentado a los amigos porque viajar al
doctorado ya no depende de mí sino de que me otorguen la visa, por lo que el
partir se convierte en algo incierto. Así que esperaré a último momento y les
contaré a algunos de ellos únicamente acerca de mi futuro formativo.
Cuando miro las bibliotecas y la cantidad de objetos y
memorias que he recopilado en los diferentes viajes a congresos, asesorías y
consultorías me llama la atención cómo vamos acumulando nostalgias. Varios
miles de libros están distribuidos por toda la casa, en la que siete
habitaciones, una enorme biblioteca, dos salas equipadas para conferencias y
exposiciones, un garaje para dos autos repleto de objetos que posiblemente
alguna vez utilizaré, dos patios con plantas, incluso frutales y una cocina se
han ido llenando poco a poco de souvenirs y recuerdos que suman historias
traídas de 37 países visitados.
Mi experiencia como diseñador me permitió acumular una
enorme cantidad de ropa y accesorios, he optado porque todo lo que lleve haya
sido hecho por mí o para mí, a pesar de ello es mucho lo que debo dejar; lo que
sumado a ese enorme montón de pertenencias reunidas se convertirá en un
quebradero de cabeza para Ricardo quien luego de mi partida y al mismo tiempo
que también organiza su propio traslado de vivienda tendrá que decidir qué
guardar, desechar, regalar y llevar con sigo.
Mentalmente selecciono una y otra vez lo que pondré en mis
dos maletas. Reducir la historia a unas muy pocas pertenencias como punto de
partida para el inicio de tu nueva existencia se me antoja extraño y
acongojante, sin embargo, sé que la realidad supera cualquier ficción, que no
tengo miedo de empezar de cero porque ello no es verdad pues llevaré conmigo el
abrigo de los seres amados y la posibilidad que otorgan las comunicaciones
virtuales para seguir manteniendo lazos, aun cuando también conozco que la
distancia cambia los afectos y las necesidades.
Alicante, enero 13 de 2019.
Lea en estos links los demás relatos
En este link puede leerse la primera
entrega de los “Relatos del Exilio de una víctima marica”: Gozar de la cercanía de los seres amados: El
mari(ca)... del Manuel; Leer aquí la segunda entrega: Del corazón y otras razones; en
este link la tercera entrega: Cuando
el cloro de la piscina de la vida cotidiana irrita tus ojos; aquí
la cuarta entrega: En medio de la
tempestad algo de calma; en este otro la quinta entrega: Todo se derrumba, todo se construye; es
este link la sexta entrega: No solo de
recuerdos está hecho el mundo; la séptima entrega: De los ritos de la vida y de la muerte; y, por último Abandonar y quedarse al mismo
tiempo, que puede
leerse aquí.
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