Séptimo de los “Relatos del Exilio de una víctima marica”
"Se sintió olvidado, no con el olvido
remediable del corazón, sino con otro olvido más cruel e irrevocable que él
conocía muy bien, porque era el olvido de la muerte".
Gabriel García Márquez. Cien años de
soledad
El artista Rubén Darío Serna pensó que yo no sería un muerto
cualquiera sino un muerto importante y decidió hacer un busto de mí que sería
colocado sobre mi tumba. En el momento en que él hacía la impresión del busto
en silicona directamente sobre mi cabeza y yo tan solo podía tomar un poco de
aire por medio de unos pitillos puestos en la nariz es tal vez la primera
oportunidad que recuerdo en la que pensé en la muerte como una posibilidad
cercana. Rubén conocía de las amenazas contra mi vida y esta era una manera de
hacer el duelo.
Esto puede entenderse como un ejercicio de realismo
fantástico, pero yo lo comprendo más como un ejercicio de realidad. Algunos
meses después, en una fiesta de brujas aprovechando en la oscuridad de uno de
los patios de la casa construimos allí una especie de cementerio y utilizando
un féretro que nos habían donado para alguna de las personas que morían a causa
del SIDA hicimos una tumba; para hacer aún más tétrica la situación humo de
hielo seco salía de entre la tierra.
En el sueño de anoche vi las personas que venían a mí
entierro, fue una sensación muy real y aterradora, pero extrañamente también
era divertido escuchar las frases de las personas decían sobre mí. Me alegré de
escuchar las palabras de algunas personas que sé que me aman y sonreía con la
presencia de algunos hipócritas y sus opiniones sobre mí... En el sueño
corroboré que todos muertos son buenos.
No era un momento de llanto ni de tristeza, era más bien una
conmemoración a la que también llegaron algunas personas que habían fallecido a
causa del SIDA, exparejas genitales, mis ex-mi-amores, incluso aquel cuya
presencia no me esperaba porque sabe cuánto me molestó que vulnera los derechos
de quiénes eran nuestros pacientes.
Cuando me desperté reflexiones sobre el hecho de que siento
que estoy preparado para la muerte, esta es una idea que me ronda la cabeza y
que me obliga a ser siempre lo mejor que puedo hacer y sin tener que
arrepentirme de ello.
En ese simbólico sepelio nadie hablaba acerca de cómo yo
había muerto... El cadáver estaba intacto y me sorprendió que alguien hubiera
puesto la bandera marica sobre el cajón. No sé a quién se le ocurrió que las
velas deberían ser rosadas aun cuando era evidente que hacían juego con el
triángulo rosa que estaba sobre una corona de anturios... Me alegró que quien
hubiera tomado esa decisión hiciera gala de humor negro.
Sonreí pensando que los paramilitares que me habían enviado
a casa esquelas de muerto y coronas fúnebres no se habían tomado ni siquiera la
molestia de enviarme alguna más.
Me quedé por largo tiempo en la cama, no estaba haciendo pereza simplemente cavilaba sobre el hecho de haber tenido grandes amores y pocos desamores. Me reafirmé en la idea de que si yo pudiera volver a nacer escogería ser marica desde más temprano y que no cambiaría para nada el guion de mi existencia porque tengo claro que volvería a trabajar por los derechos de las minorías sexuales y de las personas que viven con el SIDA o la esclerosis múltiple y que continuaría en educación de las comunidades aun cuando ello me volviera a significar amenazas de muerte y la muerte misma.
Me quedé por largo tiempo en la cama, no estaba haciendo pereza simplemente cavilaba sobre el hecho de haber tenido grandes amores y pocos desamores. Me reafirmé en la idea de que si yo pudiera volver a nacer escogería ser marica desde más temprano y que no cambiaría para nada el guion de mi existencia porque tengo claro que volvería a trabajar por los derechos de las minorías sexuales y de las personas que viven con el SIDA o la esclerosis múltiple y que continuaría en educación de las comunidades aun cuando ello me volviera a significar amenazas de muerte y la muerte misma.
Tal vez lo único que sería diferente es que diría a las
personas más continuamente que las extraño y las amo. La ventaja de seguir vivo
es estar haciendo aquello que me llena y me hace feliz pero que sobre todo me
ayuda a crecer como ser humano.
Esta es la razón por la que por la que en este día he
llamado a algunos amigos con los que poco hablo con la excusa de
desearles un feliz año nuevo y de paso decirles cuanto les amo.
Me extraña que las personas no estemos preparados para recibir afectos y que consideren que algo nos pasa para que los expresemos...
Me extraña que las personas no estemos preparados para recibir afectos y que consideren que algo nos pasa para que los expresemos...
Lo otro que me ha parecido extraño de este día es que siento
que no odio a quienes me han amenazado, de alguna manera yo entiendo que ellos
tienen otra manera de explicar la vida y los derechos y aun cuando por supuesto
no estoy de acuerdo con estas formas de violencia en la comunicación también
reconozco que algunas veces yo he sido muy directo y casi violento en los
encuentros con ciertos líderes de la derecha que me han enfrentado en algunos
programas televisivos de opinión.
Vino a mi mente uno de esos recuerdos que se relaciona con
el programa de la noche de Claudia Gurisatti en el que le dije a Galat que yo
le daba gracias a Dios por haberme hecho a su imagen y semejanza, pero que
dicha comprensión me llevaba a pensar entonces que Dios también era marica. El
senador y pastor cristiano que estaba en el programa se molestó muchísimo y se
retiró del mismo.
Alicante, enero 14 de 2019
Alicante, enero 14 de 2019
Lea en estos links los demás relatos
En este link puede leerse la primera
entrega de los “Relatos del Exilio de una víctima marica”: Gozar de la cercanía de los seres amados: El
mari(ca)... del Manuel; Leer aquí la segunda entrega: Del corazón y otras razones; en
este link la tercera entrega: Cuando
el cloro de la piscina de la vida cotidiana irrita tus ojos; aquí
la cuarta entrega: En medio de la
tempestad algo de calma; en este otro la quinta entrega: Todo se derrumba, todo se construye; es
este link la sexta entrega: No solo de
recuerdos está hecho el mundo; la séptima entrega: De los ritos de la vida y de la muerte; y, por último Abandonar y quedarse al mismo
tiempo, que puede
leerse aquí.
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